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La sostenibilidad se está convirtiendo más que nunca en una norma para los inquilinos a la hora de buscar un lugar para alquilar. Los administradores de fincas deben tener en cuenta este auge de la vida sostenible y asegurarse de que sus propiedades son respetuosas con el medio ambiente. He aquí cinco cambios rápidos, sencillos y rentables que recomendamos a los administradores de fincas para que sus viviendas sean más ecológicas.
Invertir en paneles solares
Instalar paneles solares en sus propiedades es una forma increíblemente eficaz y económica de hacer que sus unidades sean más sostenibles. Comprar e instalar un panel solar sólo cuesta unos 4 euros, y la rentabilidad no acaba ahí. Los paneles solares pueden ayudarle a ahorrar el 95% de sus facturas de servicios públicos al mes. Países como Irlanda conceden incluso subvenciones a los propietarios para que paguen e instalen paneles solares en sus casas.
Elige pinturas y papeles pintados ecológicos

Lo creamos o no, las pinturas y papeles pintados tradicionales suelen ser perjudiciales para el medio ambiente. De hecho, las pinturas y los papeles pintados suelen contener sustancias químicas nocivas o COV (compuestos orgánicos volátiles) que pueden causar grandes daños no sólo a las personas que viven en la casa, sino también al medio ambiente. Por eso es importante comprar pinturas y papeles pintados respetuosos con el medio ambiente. Actualmente hay varias empresas especializadas en crear pinturas y papeles pintados ecológicos, como la británica Little Green.
Ofrecer una guía de reciclaje
El reciclaje es muy importante, pero la mayoría de las veces, la gente no está educada sobre lo que puede y no puede ser reciclado, lo que lleva a toneladas de materiales inutilizables. Una forma en que los administradores de propiedades pueden trabajar para eliminar los residuos y aumentar los materiales reciclados utilizables es proporcionando a cada inquilino una guía fácil de leer sobre los artículos comunes que la gente trata de reciclar que no pueden ser reciclados y viceversa. Se trata de una forma barata, pero eficaz, de educar a los inquilinos sobre las directrices de reciclaje de la ciudad que dará lugar a más materiales útiles para reciclar. Existen varios blogs y páginas web que profundizan en este tema y que los administradores de fincas pueden utilizar como recurso a la hora de elaborar sus guías de reciclaje, como por ejemplo:
Cambiar a bombillas LED

La forma más sencilla de reducir el consumo de energía y aumentar la sostenibilidad de un inmueble es instalar bombillas LED. Al instalar bombillas de bajo consumo en sus unidades, puede iluminar sus propiedades con la misma cantidad de luz pero consumiendo menos energía. La iluminación supone alrededor del 15% de las facturas mensuales de los servicios públicos, por lo que, cambiando a bombillas LED, un hogar medio puede ahorrar hasta 220 euros al año. Además, las bombillas LED pueden durar hasta 25 veces más que las incandescentes o las tradicionales. Las bombillas LED cuestan 4 euros de media, frente a las incandescentes, que cuestan 1 euro de media. Este aumento del coste se justifica porque el dinero que se ahorra al reducir la factura de la luz y la mayor vida útil de las bombillas LED compensan el aumento del coste.
Instalar un termostato inteligente
Conectar los sistemas de calefacción y refrigeración a una aplicación es una de las formas más sencillas de reducir el consumo de energía en casa. Un termostato inteligente es un termostato que te permite adaptar la temperatura de las habitaciones de tu casa en cualquier lugar y en cualquier momento mediante una app en tu teléfono, tableta o incluso en tu smartwatch. No solo es una forma más cómoda para los inquilinos de ajustar la temperatura de su unidad, sino que también les ayuda a ahorrar energía.
Estos termostatos inteligentes son una gran opción porque ajustan con precisión el funcionamiento de la calefacción y la refrigeración para evitar costes innecesarios debidos al uso excesivo y a la calefacción de habitaciones que no se utilizan. El coste de comprar e instalar un termostato inteligente oscila entre 200 y 500 euros, lo que puede parecer caro a primera vista, pero estos termostatos pueden ahorrarte cientos, si no miles, de dólares a lo largo de su vida útil.